Estaba
la muerte tirada,
En el
piso sin pensar,
En el
cuarto 666 había una citada
Que
estaba a punto de archivar.
Estaba Elisa
sentada,
Esperando
a que la muerte llegara,
Ya que
el hombre que amaba,
Se había
ido antes que la noche brillara.
Con un libro
en la mano
La catrina entró al salón;
Preguntando a la maestra
Como se conjuga amor.
La maestra asombrada,
Por esa inquietud:
Le pregunta en qué tiempo
Quiere la conjugación.
¡Aprendan muchachos!
Comparaba la maestra
Nunca es tarde para aprender
Y ustedes no quieren:
Por nada del mundo leer.
Ahora la catrina
Les viene a dar una lección
Y a quien no aprenda
Se los llevará al panteón.
La catrina entró al salón;
Preguntando a la maestra
Como se conjuga amor.
La maestra asombrada,
Por esa inquietud:
Le pregunta en qué tiempo
Quiere la conjugación.
¡Aprendan muchachos!
Comparaba la maestra
Nunca es tarde para aprender
Y ustedes no quieren:
Por nada del mundo leer.
Ahora la catrina
Les viene a dar una lección
Y a quien no aprenda
Se los llevará al panteón.
Estaba
la catrina esperando a un compañero,
Muy
elegante y divina se veía la condenada,
Con una
sonrisa espectral, recibió al buen caballero,
Al ver
esa silueta definida y acabada,
El caballero
cayó en un profundo sueño,
La
catrina se sintió afortunada,
Al ver
al caballero tirado en el suelo, frunció el seño
Y dijo:
¡Hay
mamasita!me lleve al abarrotero.
Viendo
el amanecer,
Estaba
la muerte, comiendo un pastel,
Riendo
entre dientes dejo su velo caer,
Y dijo
con voz orgullosa y cruel,
-disfruten
el día que pronto va anochecer.
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